¿Dónde están nuestros datos ? Matarile rile rile.
¿Dónde están nuestros datos ? Matarile rile rilerón, chimpón.
En el fondo del SERMAS. Matarile rile rile.
En el fondo del SERMAS. Matarile rile rilerón, chimpón.
¿Quién los ira a buscar? Matarile rile rile.
¿Quién los ira a buscar? Matarile rile rilerón, chimpón.
Nadie los ira a buscar. Matarile rile rile.
Nadie los ira a buscar. Matarile rile rilerón chimpón.
Porque no pueden ni quieren. Matarile lire lire.
Porque no pueden ni quieren. Matarile rile rilerón, CHIMPÓN.
Con unos cambios en el acento musical se puede entonar bien 😈
¡QUIERO
MIS DATOS COVID-19!
En 2013, cuatro días después de mi
cumpleaños, nuestro estimado excompañero y amigo Rafa(el) Bravo publicaba en su
prestigioso blog esta entrada: https://bit.ly/2Wf4Mxd.
Este año 2020, tres días después de mi cumpleaños y consumidos tres días de mi
“prorroga” en activo, ha publicado esta otra: https://bit.ly/3meZFrf.
Ambas tienen que ver con el sistema de información, nuestro sistema de
información, algo que en cualquier empresa debe considerarse prioritario y que
algunos hemos criticado en diferentes ocasiones. No porque no haya mejorado, pues
se han producido mejoras en algunos aspectos, sino porque no logra lo que debe
perseguir: la mejora en los resultados globales. Y dentro de este objetivo, el que
los profesionales, los buenos profesionales, se posicionen en la dirección que
marca la empresa. Si esto no es así es que algo falla, por un lado, por el otro
o por ambos. Tal vez sea, por lo menos a mi es lo que me parece, que en
primaria no se tiene una idea clara de hacia dónde quieren que vayamos.
Comento esto porque hace años, en mi centro de salud, teníamos acceso a todos los datos que generamos en la consulta diaria y disfrutamos del gran valor que esto tiene para la mejora de nuestros resultados, sin que por ello se viesen interferidos los objetivos de la empresa. Al contrario, el acceso a ellos, y cuando los objetivos eran lógicos y se adaptaban a lo que nosotros podíamos hacer y considerábamos acorde al estado de la ciencia (MBE), establecimos formas de perfeccionarlos. Ello contribuyó a la mejora, no sólo de los resultados en la parte de salud que nos toca, sino en una motivación extra por nuestra parte. Por eso, hace unos días, leyendo este artículo del BMJ leader https://bit.ly/2LFbYAR se me quedó grabado un párrafo que me pareció aterrador:
"Across all industries, employees’ silence costs
relationships, creativity, engagement and performance; in keeping with our
findings, previous studies have identified that staff frequently know of a
problem or opportunity and even how to address it or take advantage, yet stay
silent. In healthcare, silence also costs lives".
"En todas las empresas, el silencio de
los empleados cuesta relaciones, creatividad, compromiso y rendimiento; de
acuerdo con nuestros hallazgos, estudios previos han identificado que el
personal con frecuencia conoce un problema u oportunidad e incluso cómo
abordarlo o aprovecharlo, pero permanece en silencio. En salud, el silencio también cuesta vidas".
Y digo aterrador, porque me surge la duda de qué
hubiera pasado si “a los de primaria” se nos hubiera hecho caso y consultado
las posibles soluciones a la situación de la pandemia actual. A lo mejor
hubieran mejorado las relaciones, la creatividad y el rendimiento de la empresa
y cabe la posibilidad de que hubiéramos ahorrado vidas.
Desde antes del verano pasado, los equipos de atención primaria
nos hemos dedicado a atender a los pacientes con “sospecha”, “contacto” o “infección”
de COVID-19. Son los siguientes episodios de nuestra clasificación CIAP:
A77: SOSPECHA
DE INFECCIÓN POR CORONAVIRUS
A77.01: INFECCIÓN POR COVID-19
A23.19: CONTACTO COVID-19
En la figura 1 se puede ver el protocolo que tenemos que rellenar
para acceder a los tres episodios de enfermedad creados con dichos términos.
Figura 1
1.-
Si eres trabajador sanitario:
Sí/No
2.-
Lugar de trabajo
Centro sanitario
Centro socio-sanitario
Otros centros
3.-
Sintomatología COVID:
Si /no
Fecha
de inicio síntomas
4.-
Toma de muestra PCR
Si
/ No
5.-
Motivo de no toma:
Recogida en hospital
Recogida en SUMMA
Recogida en centro externo
Paciente no colabora
Otros
6.- Tipo
de prueba:
Test
de Antígeno
PCR
7.- Motivo
de toma:
Sospecha clínica
Contacto
estrecho
Estudio
cribado
8.-
Lugar de toma
Centro de salud
Domicilio
He intentado ver si nuestra historia informatizada es capaz de ofrecernos dichos datos buscando en las aplicaciones e-SOAP y Consult@Web. Poco he sacado, solo cuantos episodios hemos tenido en relación con la COVID-19. Pero, una vez llegados a la contabilidad general, figuras 2 y 3, no he logrado que me den los datos (CIPA o CIPA encriptado) de quiénes son los pacientes. Para los no legos, CIPA en el número de identificación personal de la tarjeta sanitaria. Del resto de toda la información que recoge el protocolo no he encontrado forma de explotarla. Esto es tiempo que tenemos que invertir y que, si no tiene retroalimentación, mejor suprimirlo, evitarnos clics absurdos y tiempo perdido.
Figura 3
Por lo tanto, el inmenso trabajo que hemos hecho no queda reflejado en ninguna parte. ¿Qué me hubiera gustado de nuestro sistema de información? Lo enumero sin orden de preferencia:
1.- Por
ejemplo, que hubiéramos podido saber cuántos episodios de sospecha o contacto
se han convertido en infección probada.
2.-
Qué han significado, en número de consultas de medicina, enfermería y actos administrativos,
todo lo relativo a la COVID-19.
3.- Utilización
de medicamentos de qué tipo y el gasto generado.
4.- Qué
ha significado en exploraciones complementarias, derivaciones a especializada o
ingresos hospitalarios.
5.-
Cuántos pacientes han fallecido (esto no queda registrado en la historia). Por desgracia,
cuando un paciente fallece en el hospital o en casa, no se informa a su médico
de familia, por lo que se nos priva de una información importante: nuestra estadística
de mortalidad. Hace años teníamos un protocolo que se ajustaba al certificado
de defunción, con las causas inicial o fundamental, causa intermedia o
antecedente y causa inmediata. Ahora parece que no es importante y a mí, como médico
de familia, me parece indignante, como ya comenté en la entrada
titulada “La Hoja
roja”.
7.- Qué ha significado en incapacidades transitorias (IT), para el público genera la famosa baja. Cuántos días de IT se han producido en los casos de infección, contacto o sospecha de la COVID19 y cuanytas llamadas telefónicas o visitas han generado. Me gustaría medir alguna actividad más pero que es difícil con un método cuantitativo. Por ejemplo, como se ha hecho en nuestro centro, cuántos correos electrónicos (con permiso del paciente) han recibido con sus partes de confirmación y sus altas y, claro, su satisfacción por ello. Con este sistema hemos evitado contactos y visitas innecesarias o peligrosas. Un servicio que han dado nuestros administrativos y que, seguro, no se va a tomar en cuenta en sus resultados.
6.- Sería el acabose si nos pudiera dar qué ha significado en tiempo por profesional, porque nadie sabe la de tiempo que nos ha llevado el seguimiento de estos pacientes. Han sido muchas horas de enfermería y medicina de familia dedicadas a ello, por desgracia, en detrimento de otros pacientes.
Toda
la información ha quedado supeditada a los ingresos, a las UCI hospitalarias y
a los fallecimientos. Pero nuestro trabajo, el trabajo de los de la primera
trinchera, incluyo el trabajo de las unidades administrativas y de apoyo, ha sido
invisible.
¿Qué
más me hubiera gustado? Pues, con estos
datos, haber podido aconsejar a nuestros pacientes. Podríamos saber si los contagios
se están produciendo en reuniones familiares o en contacto en el ámbito laboral,
para poder dar una información más cercana. Y, sería ya lo más “plus”, que se
supiera si hay algún vínculo geográfico. Al fin y al cabo, entre los datos
administrativos de la historia está el domicilio.
¿Algo
más? Sí, ya que hay más “protocolos” (en realidad son formularios) como el de registro
de test diagnósticos, figura 4. Saber las pruebas que
se han realizado a los pacientes, independientemente de cuál y dónde se las
han realizado. Lo ideal hubiera sido que, todo lo que se le realiza, ya sea en
medicina pública como privada, se pudiera registrar en su historia. Pero
como sé que esto es utópico, por lo menos haber incentivado que lo realizado en
otros ámbitos se incorpore a la historia. Tengo pacientes que, al hacerse el
test de anticuerpos en clínicas privadas, han dado IgG con niveles de haber
pasado la infección, he incorporado el test y el episodio de infección a su
historia, es importante.
Figura 4
¿Qué tiene esto que ver con el sistema de información del SERMAS en atención primaria? Pues tiene que ver con el mega ordenador que guarda todos nuestros datos, es tan mega, que es imposible (o no se quiere o no interesa) explorar los datos de forma sencilla y rápida. Y como en mi centro siempre hemos tenido el lema de que “si no aportas soluciones, formas parte del problema”, propongo una solución. Como en la industria cuando existe un monopolio que impide la competencia, en este caso la explotación, trocéenlo, den a cada dirección asistencial (o comarca) la posibilidad de explotar sus datos, establezcan una sana competencia. No se olviden de que nosotros, los de las trincheras: administrativos, enfermeras, matronas, trabajadores sociales, fisioterapeutas, médicos de familia, pediatras, etcétera, somos los que generamos los datos "clínicos", los que sabemos no solo de enfermedades, sino de situaciones socioeconómicas de nuestros pacientes y los que podemos generar ideas para buscar soluciones a sus problemas. Desde los despachos se pierde la perspectiva, por desgracia, demasiado pronto. A lo mejor, de esta forma, esta empresa pudiera convertirse en una fuente de creatividad y motivación (relaciones, creatividad, compromiso y rendimiento) en beneficio de los pacientes.
Y, por último, es posible que algo tenga que ver la atención
primaria en cómo se está comportando la pandemia. Me he dedicado a preguntar a
todos los pacientes infectados o con contactos estrechos, si les habían llamado
los rastreadores, en algún caso esporádico me han dicho que sí, pero que, al
ponerse en contacto con el médico de familia, lo dejaban en nuestras manos.
Esto tampoco se ha estudiado, a lo mejor, el control de la pandemia en la Comunidad
de Madrid, en un tanto por ciento importante, está siendo sostenido gracias al
enorme esfuerzo de rastreo que estamos haciendo desde la primaria.
Así que: ¡BASTA YA DE HACERNOS INVISIBLES! Por los menos los nuestros,
nuestros “gestores” de la primaria, pidan los datos que nos corresponden y den
visibilidad a tanto trabajo realizado y no reconocido.
Madrid, 25 de diciembre de 2020
Dedicado a todos los que trabajan en atención primaria de todo
el Sistema Nacional de Salud.
Mi gratitud especial a mis correctores, mi director Dr. Juan Bravo,
a mi compañero Dr. Manuel Merino. A mis “ influencers” Ángel Ruiz Téllez y Rafa
Bravo. A mi residente R4, Victoria Esteban, por hacerme el trabajo más
llevadero. A todos los compañeros y componentes del centro de salud El Greco, que
hacen que el pedir una “prorroga” no sea un calvario. Y no me puedo olvidar de
mis pacientes, que me enseñan con sus vidas, que el médico que solo sabe
medicina, ni medicina sabe.
José Antonio González-Posada Delgado
Médico y tutor de medicina familiar y comunitaria (por un año
más)
Centro de Salud Universitario El Greco. Getafe. CAM